¿Qué te revisan en la Verificación Técnica Vehicular (VTV)?

1. Alineación de las ruedas directrices

Este control inicial evalúa si el eje delantero del vehículo está correctamente alineado. Para ello, el auto pasa por una placa alineadora que mide la convergencia de las ruedas directrices.

Un vehículo con mala alineación puede presentar inestabilidad, desgaste prematuro de los neumáticos y dificultad en el manejo, lo que representa un riesgo importante en la vía pública.

2. Luces, bocina y limpiaparabrisas

• Luces: Se revisa la correcta alineación horizontal y vertical de las luces de corto y largo alcance, su intensidad lumínica, así como el funcionamiento de las luces de posición, de freno, intermitentes, luz de marcha atrás y antinieblas.
• Bocina: Se comprueba que emita un sonido adecuado y que su volumen se mantenga dentro de los niveles permitidos por la normativa local en cuanto a ruidos.
• Limpiaparabrisas: Se verifica su funcionamiento en distintas velocidades, el estado de las escobillas y la capacidad de mantener el parabrisas limpio para garantizar una buena visibilidad bajo lluvia.

3. Sistema de frenos

Uno de los elementos críticos en cualquier inspección técnica. Se evalúa mediante un frenómetro de rodillos que mide la eficacia del frenado en ambos ejes (delantero y trasero).

También se controla que no haya un desequilibrio de más del 30% entre ruedas del mismo eje, ya que esto podría provocar desvíos peligrosos durante una frenada de emergencia.

4. Sistema de dirección

El vehículo es colocado sobre una fosa equipada con placas móviles que permiten detectar posibles holguras, roturas o desgastes en la dirección. Se simulan movimientos en varias direcciones para determinar el estado real de los componentes que intervienen en el sistema de control del vehículo.

5. Revisión de la parte inferior del vehículo

Este chequeo incluye una inspección visual del bastidor, el chasis, el piso y la carrocería desde la parte inferior del automóvil. Se busca detectar signos de:

• Corrosión estructural
• Deformaciones o grietas
• Pérdidas de fluidos (aceite, refrigerante, líquido de frenos)
• Fugas de combustible o gases
• Estado del tubo de escape, transmisión y neumáticos

Además, se revisa el estado de las canalizaciones del combustible y los frenos, elementos vitales para la seguridad y el medio ambiente.

6. Acondicionamiento interior del vehículo

Este apartado considera aspectos como:

• Funcionamiento y estado de las puertas, ventanillas y cierres
• Anclaje de asientos y cinturones de seguridad
• Retrovisores y visibilidad general
• Bocina y apoyacabezas

Todo debe encontrarse en correcto estado y funcionando adecuadamente, ya que cualquier falla podría afectar la protección de los ocupantes en caso de un siniestro.

7. Control de gases de escape

Se utiliza un analizador que se conecta al caño de escape del vehículo con el motor en funcionamiento, midiendo los niveles de gases contaminantes emitidos, como el monóxido de carbono (CO), hidrocarburos (HC) y óxidos de nitrógeno (NOx).

Los valores registrados deben estar dentro de los límites establecidos por la normativa vigente, los cuales varían según la región y el tipo de motorización (nafta, diésel o gas).

8. Identificación del vehículo

Se verifica que los datos del automóvil coincidan con los registrados en la documentación presentada por el usuario. Esto incluye:

• Número de chasis o bastidor
• Número de motor
• Matrícula (patente)
• Marca y modelo

También se controla que el grabado de autopartes esté visible si la legislación lo requiere.

9. Silenciador y control de ruido

Con el vehículo en marcha, se inspecciona el sistema de escape para detectar:

• Fugas de gases
• Corrosión
• Modificaciones no autorizadas
• Nivel de ruido

El ruido producido debe estar dentro de los valores permitidos, ya que un silenciador defectuoso no solo genera contaminación acústica, sino que también puede ser señal de un problema más serio en el sistema de escape.

10. Sistema de suspensión

Por último, se examina el estado de la suspensión, tanto de manera visual como funcional. Se buscan señales de:

• Roturas en amortiguadores o espirales
• Deformaciones o fisuras
• Desgaste en bujes o elementos de sujeción

Una suspensión defectuosa compromete la estabilidad del vehículo, especialmente en curvas, frenadas bruscas o caminos irregulares.